La constitución ofrece herramientas para hacer frente a estos atropellos. Permite al Estado intervenir en el ámbito privado por el bien de la sociedad. Llegado el punto, lo mismo que el estado puede privatizar servicios, puede nacionalizarlos para beneficio de todos. Y no hace falta ir muy lejos y rebuscar entre artículos escondidos ni letras pequeñas, no.
Artículo 128.1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.
Así pues, para luchar contra esta panda de mangantes que viven a costa de todos los demás, no hacen falta herramientas, hace falta VOLUNTAD POLÍTICA.
Pero no nos engañemos: los ladrones que dirigen la política de este país ya han demostrado de qué lado están y esto no va a cambiar salvo que seamos nosotros, los ciudadanos, quienes empecemos a pedir explicaciones y exigir responsabilidades. Porque recordemos que estamos hablando de Telefónica, una empresa que no hace tanto era propiedad pública, de todos nosotros, cuya infraestructura se construyó y se pagó con nuestro dinero. El gobierno de Jose María Aznar la privatizó dejándola en manos de tres bancos, un proceso oscuro del que no pocas voces dudan y ponen en entredicho. Dicho de otra manera: convirtió una empresa de todos cuyo objetivo era dar servicio a los ciudadanos, en una máquina de hacer dinero en manos de los banqueros que han provocado la crisis, y por lo visto ahora, también a costa del sufrimiento de los demás.
Este es el auténtico rostro del capitalismo. Todo por la pasta y a la gente que le den. El siguiente paso ya lo están adelantando. El famoso "copago" es el principio del fin de la Seguridad Social... ¿Es lo que queremos?
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