Y aprovechando el blog, quisiera ir mencionando algunas de ellas. Hoy es el turno de la película que inició toda una saga: Pesadilla en Elm Street (A Nightmare on Elm Street). Un clásico entre los clásicos que cuenta con uno de los asesinos más famosos y carismáticos de la historia del género: Freddy Krueger, un icono del cine de terror.
LOS ORÍGENES
La película es fruto de la mente de Wes Craven, capaz de dirigir maravillas como Las colinas tienen Ojos o La Serpiente y el Arco Iris, o mediocridades como La Nueva Pesadilla o un Vampiro suelto en Brooklyn.
Se dice que de niño Wes Craven sorprendió a un ladrón en su casa, con pinta andrajosa y rostro desfigurado. Años después, se topó con unos artículos de periódico en los que se hablaba de unos niños camboyanos que se negaban a dormir debido a unas horribles pesadillas. La noticia comentaba que cuando finalmente los médicos consiguieron hacerles dormir, y que al despertar el primero de ellos, murió de un ataque al corazón tras un tremendo grito.
Todo esto inspiró al director para iniciar la que es su saga más conocida, que no es otra que ésta que nos ocupa.
ARGUMENTO
Varios jóvenes de la pequeña localidad de Springwood, comienzan a tener pesadillas comunes. En ellas se aparece un hombre de rostro plagado de quemaduras y con un extraño guante de cuchillas, generalmente alrededor de lo que parece ser una antigua sala de calderas.
Algunos de estos jóvenes empiezan a morir, y el resto pronto relaciona las muertes con las pesadillas. Tanto las autoridades como los padres de los chicos parecen ocultar algo y se muestran muy escépticos y violentos ante los temores de los jóvenes…
FREDDY KRUEGER
Pesadilla en Elm Street supuso una revolución dentro del aluvión de títulos del creciente subgénero teen-slasher (con halloween o viernes 13 como puntas de lanza), un soplo de aire fresco gracias a un serial killer realmente original, carismático, y aterrador. Freddy Krueger se convirtió, por derecho propio, en uno de los iconos del cine de terror.
Freddy Krueger no es un piscópata cualquiera. Es un asesino perfecto, que utiliza los sueños para aterrorizar a sus víctimas con sus miedos más profundos y acabando con sus vidas sin que puedan hacer nada por evitarlo. Es una especie de Dios de los Sueños, que se maneja por el mundo onírico como quiere y amolda cada situación a su antojo ahondando en las debilidades de sus víctimas.
La historia del personaje, hijo de una monja violada por cien maníacos, está marcada por una traumática vida en la que siempre fue despreciado y rechazado. Su lado sadomasoquista de asociación de dolor-placer tuvo como consecuencia el asesinato de su padrastro y su posterior carrera como asesino en serie (y extrañamente aficionado a los niños...)... hasta que fue brutalmente asesinado (o quemado vivo, para ser más exactos) por los adultos del lugar, temerosos de que sus hijos fuesen los próximos en caer.
Es entonces cuando "nace" Freddy Krueger, que comienza a aparecerse misteriosamente en los sueños de los hijos de los habitantes de Springwood que acabaron con su vida. Con el rostro terriblemente quemado y una garra con cuchillas que utiliza para atemorizar y acabar con sus víctimas, convierte las pesadillas en su mundo, configurando a su antojo las muertes de los indefensos jóvenes. Es su venganza ante los que le hicieron arder vivo.
Su condición de inmortal, de asesino en el mundo de los sueños y de ser casi divino lo hacen intratable. Y al igual que un Dios, su aparente inmortalidad sólo puede saltarse cuando cae en el olvído, o ante la negación de su existencia.
En esta primera película, Freddy Krueger se muestra más oscuro y místico de lo que demostró en sus secuelas (salvo quizá el experimento de "La Ultima Pesadilla"). Sus escenas juegan con las sombras, con ambientes oscuros y tenebrosos, y sus diálogos muestran a un ser sin corazón y con sed de venganza. Sabe de su condición de ser supremo y que disfruta con las muertes. Incluso esa voz metálica, fría y casi sobrenatural, suena atronadora y escalofriante. En esta película es, más que nunca, la personificación del mal y la venganza.
Quizá sea ese poder inalcanzable del que dispone lo que hace a este personaje tan atractivo, tan admirado por los fans de la saga y que lo elevó a personaje de culto. O quizá sea simplemente, que a todos nos da miedo que una persona peuda controlar lo que soñamos, atacándonos con nuestros miedos y manejarnos como a marionetas a su antojo. Sea lo que sea, Freddy Krueger es un personaje atemporal.
LA PELÍCULA
Hablar de esta película es hablar una auténtica obra maestra del género. No solo supuso un importante soplo de aire fresco al género que tenía a Halloween como estandarte, sino que su particular concepto alternando el mundo onírico con el real y su agobiante atmósfera de tensión la metieron directamente en el olimpo del cine fantástico.
A diferencia de otras películas del género, Pesadilla en Elm Street no sólo muestra sangre y violencia, sino que cuenta con un importante componente de intriga gracias a su atmósfera opresiva y al genial uso del mundo de los sueños. La excelente banda sonora y los soberbios efectos especiales (y más teniendo en cuenta la época y los medios) ayuda a que ese ambiente sea más agobiante si cabe, y llevan la tensión hasta límites insospechados en más de una ocasión.
Este es uno de los motivos por los que la película triunfó tanto: el terror no sólo viene por la presencia de un asesino macabro y del típico susto “esperado”, sino por que la propia idea desde la que surge la película ya es suficientemente aterradora.
Todas esas bondades hacen que los pequeños defectos que pueda tener queden en segundo plano. Como resultado tenemos una película de terror de obligado visionado que no ha perdido nada de su magia en los ya casi 25 años que han pasado desde su estreno. Y ya sabéis… hagáis lo que hagáis, no os quedéis dormidos!