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18 de junio de 2012

EL LABERINTO GRIEGO

Hay momentos en los que uno se da cuenta de que está viviendo hechos de gran importancia que serán recordados en el futuro de la misma manera que hoy día nos acordamos de la Gran Depresión, de la Revolución de Octubre o el Mayo del 68. La crisis del euro que actualmente hace correr ríos de tinta (virtual o no) puede ser perfectamente uno de ellos, y lo que estamos viviendo con respecto a las elecciones griegas puede sentar un importante precedente en política europea.

El pueblo griego es el tributo al minotauro en esta versión moderna del mito

Y es que el país que dio a conocer la democracia, la cuna de nuestra civilización, ha sido víctima de una brutal injerencia internacional que alegremente ha pedido por activa y por pasiva el voto a una de las formaciones candidatas, Nueva Democracia (ND), situada en la derecha del espectro ideológico. Ante el peligro de que la formación de izquierdas Syriza alcanzase el poder, políticos y medios internacionales se han lanzando en tromba a obstaculizar su avance: desde la señora Merkel hasta Mariano Rajoy, pasando por periódicos como Financial Times, todos ellos han pedido el voto para ND, amenazando con poco menos que el apocalípsis si no era esa la opción vencedora de los comicios.

Resulta curioso que esta formación fuera precisamente la principal causante de la grave crisis de confianza que sufre Grecia, debido al falseo de cuentas públicas que se realizó bajo su mandato a mediados de la década pasada. La hemeroteca no engaña. Por si fuera poco, Samarás y su partido ND, rechazaron hace un año en el parlamento griego el famoso 'pacto' con la troika que Merkel y los socios europeos exigen cumplir sin cambiar ni una sola coma del mismo, como han declarado una y otra vez.


Para redondear el cúmulo de paradojas de la situación, está bien recordar que Mario Draghi, el que fuera presidente de Goldman Sachs en la época del falseo de cuentas, apoyando y asesorando al gobierno griego, es ahora presidente del Banco Central Europeo. De traca.


Así pues, tenemos unos dirigentes europeos que piden a Grecia votar a quien les engañó, tanto a ellos como a su propio pueblo. A quien el año pasado votó NO al pacto del que ahora consideran 'salvador'. Y todo en nombre de la estabilidad de los mercados, para que recuperen la confianza. El asunto tiene narices.

Ni siquiera han dudado de utilizar la mentira mostrando los comicios como una suerte de referendum de 'euro sí / euro no', cuando el líder de Syriza se ha hartado en campaña de decir que no tenía ninguna intención de abandonar la eurozona, sino de re-negociar las condiciones del rescate, algo lógico viendo cómo otros países como España han recibido ayudas mientras proclamaban a los cuatro vientos que lo hacían sin compromisos de ningún tipo.

Si un servidor tenía pocas esperanzas en el modelo político que rige la vida de occidente, después de los hechos de estos últimos días podría decirse que no me queda ninguna. La democracia está permitida siempre y cuando los resultados sean los esperados por las élites financieras, por lo que ni es democracia ni es nada. Cuando la izquierda se acerca al poder, las pseudoizquierdas se quitan la careta y la maquinaria de la propaganda y el 'voto del miedo' se pone en marcha. La prueba inequívoca de la gran mentira de nuestro sistema la estamos viviendo ahora.

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