ILEGALIZACIONES S.A.

El esperpéntico nivel cualitativo que la justicia española demuestra día tras día parece no tener límite. Por lo bajo, claro está. Su último papelón ha sido el de no aceptar las listas de Bildu para las próximas elecciones del 22 de Mayo. De nada a servido que compartan listas con gente de EA y de Alternatiba (escisión de Ezker Batua). Al parecer, cada día es más fácil pertenecer al entorno de ETA.

El caso es curioso: si por una parte se empeñan en detener y encarcelar a miembros de la banda, disminuyendo sus activos, por otra se encargan de que la línea divisoria entre lo que es ETA y lo que no sea más difusa, ampliando sus 'influencias'. ¿Qué delitos han cometido esas personas que han afirmado por activa y por pasiva que se desmarcan de la violencia y que la condenan? Ninguno. Es evidente, sino, estarían en la cárcel o siendo juzgados en los tribunales (como por cierto, sí están más de uno y de diez personajillos de los dos partidos mayoritarios...). Pero no, están libres, y simplemente no se les permite presentarse a las elecciones.

Es difícil no concebir esto como una mera estrategia electoral. Al fin y al cabo, si Patxi está en la lehendakaritza no es ni porque haya sido el más votado ni porque proporcionalmente, sea el lehendakari preferido por la mayoría social vasca. Lo es porque un importante porcentaje de ciudadanos no 'pudo' votar por su opción política y además, porque el PSE se bajó los pantalones ante el PP vasco. Sin la ilegalización de la izquierda abertzale, el PSE no estaría donde está.

Con este movimiento, y con el apoyo de los dos grandes partidos de Estado, se ha vuelto a demostrar que la mentalidad y la idea que Franco tenía de España sigue muy presente en las mentes de los líderes políticos españoles.

Recordemos que se está ilegalizando a quienes ya han cumplido el requisito que tantos años se les estaba pidiendo.