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20 de enero de 2013

IMPRESIONES WINDOWS 8: APPS (II)


Seguimos con la serie de entradas dedicadas al nuevo SO de Microsoft. En la anterior entrada, hablábamos de la novedosa interfaz ModernUI, y en esta ocasión, le toca el turno a las aplicaciones y la tienda que nos permite descargarlas.





Windows Store Apps

El otro día hablábamos de este nuevo tipo de aplicaciones que podremos utilizar en Windows pero... ¿qué son realmente? ¿En qué se diferencian con respecto a las aplicaciones de escritorio tradicionales? ¿y cómo las podemos obtener?

Pues bien, estas aplicaciones son la base de la nueva interfaz que revisamos en la entrada anterior. Son apps con una serie de características concretas, que se ejecutan tan sólo desde el interfaz ModernUI y que han de ser descargadas desde la nueva Tienda de Aplicaciones de Microsoft.



La tienda

Para entender la diferencia entre estas aplicaciones y las tradicionales de escritorio a las que estamos acostumbrado, basta con observar otras tiendas que los gigantes del software han popularizado en los dispositivos móviles. Y es que las windows store apps son el equivalente en Windows de las apps para móviles/tablets que ya hemos disfrutado en iOS o en Android, orientadas precisamente a esos dispositivos portátiles y adaptadas para ser utilizadas de manera natural con gestos táctiles. Su distribución se realiza única y exclusivamente a través de la tienda, lo que, como todo, tiene sus aspectos positivos pero también sus limitaciones.

Y es que el hecho de que la distribución se haga a través de SU tienda le otorga al gigante estadounidense el control total sobre lo que se podrá disponer desde el interfaz ModernUI. Así, teóricamente, son capaces de asegurar mínimo de calidad en las aplicaciones disponibles ya que deberán estarán certificadas por Microsoft. Aunque la experiencia en las tiendas de aplicaciones para móviles es que esta afirmación hay que cogerla con pinzas, ya que todo depende de cómo de restrictivos decidan ser...

Para los desarrolladores, la tienda ofrece un público objetivo brutal, teniendo en cuenta que a la inmensa base de ordenadores con Windows que ya existe (y que son potenciales usuarios de Windows 8), se le suma el mercado de las tablets. Pero también una serie de requisitos funcionales y de diseño que Microsoft requerirá para colgar nuestra aplicación de la tienda. De todas formas, el desarrollo para aplicaciones en Windows 8 no es el objetivo de esta serie de entradas, por lo que lo dejo para una entrada más apropiada
:-)

Esta serie de requisitos pretenden 'moderar' de alguna forma la experiencia de usuario en las aplicaciones de Windows 8, de manera que al usuario le resulte todo muy familiar. Para ello, se recomienda el uso de las características que ya citamos en el post anterior (las barras de navegación, de comandos, los charms...). Y la verdad es que en mi opinión, lo están consiguiendo a medias.

El uso de charms y barras es común a todas las apps

Bien es cierto que la tienda aún está muy vacía (¡aquí hay una oportunidad de negocio!), pero ya hay una gran cantidad de aplicaciones que no cumplen con las normas y recomendaciones básicas de Microsoft, por lo que algunas no son más que 'ports' de aplicaciones de escritorio tradicionales y que se ve a la legua que no están pensadas para el 'estilo ModernUI'. Eso sí, las aplicaciones 'decentes' (que las hay, y bastantes) ofrecen una experiencia muy gratificante: Habiendo probado superficialmente el iPad o algunas tablets Android, me atrevo a decir que el SO de Microsoft ofrece una experiencia de usuario más agradable, ágil y con más coherencia entre las aplicaciones. Es de suponer que con el paso del tiempo, las tienda ganará en calidad y variedad de aplicaciones, pero de momento no tiene mala pinta.

Un detalle a destacar sobre estas aplicaciones es su ciclo de vida, que difiere de lo que ofrecen las aplicaciones tradicionales de Windows. Su gestión por parte del SO está orientada a minimizar el consumo energético, a maximizar la duración de las baterías en sistemas portátiles. Así, cuando lanzamos una aplicación windows store, la que teníamos abierta justo antes pasa casi inmediatamente a un estado 'suspendido', evitando así el consumo de ciclos de CPU aunque manteniendo el contexto de la aplicación en memoria.

Ciclo de vida de las aplicaciones Windows Store
Teóricamente, una aplicación suspendida puede pasar a estado 'terminado' si el SO detecta la necesidad para ello. Pero aún cerrándose, al volver de nuevo a la aplicación el usuario no tendrá por qué saber que la aplicación haya sido cerrada por el sistema, ya que una de las características que Microsoft pide para las aplicaciones en la tienda es precisamente esa: guardar su estado para poder ser restaurado en cualquier momento. Esta gestión es totalmente transparente al usuario, como no podía ser de otra forma.

Hasta ahora todo parece indicar que Microsoft ha hecho un gran esfuerzo por meterse en el mercado de las tablets tan de moda en los últimos años: el interfaz, las aplicaciones... parece que su apuesta es clara. Pero Windows es mucho más que un SO para dispositivos móviles... ¿Se ha olvidado Microsoft del usuario medio y del PC? Evidentemente NO. Pero de eso hablaremos en una próxima entrada.

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