pags

6 de marzo de 2011

¿QUÉ PASA EN WISCONSIN?

Últimamente se hablan sin descanso de las revoluciones que se están produciendo en Oriente Próximo. Túnez, Egipto, Yemen, Argelia o Libia, países y regímenes que apenas ocupaban espacio en los medios han acaparado la práctica totalidad de la información internacional. Pero hay en marcha otro movimiento en el corazón del sistema económico mundial del que poco se ha hablado...

El capitolio, que ha sido tomado por los manifestantes



Y es que el gobernador de Wisconsin ha puesto a la población en su contra con sus medidas antisindicales. Resumiendo, el gobernador republicano Scott Walker quiere que los empleados públicos paguen más por sus seguro médico y sus pensiones, y que los sindicatos sólo puedan realizar la negociación colectiva en un caso: cuando el aumento salarial propuesto sea inferior a la inflación. Dicho de otra forma, la virtual eliminación de los sindicatos y una rebaja sustancial de las condiciones económicas en los contratos del sector público.

¿Y ante tal atropeyo, cuál ha sido la respuesta de los ciudadanos trabajadores? Pues tomar el capitolio. El día 16 de Febrero, más de 10.000 trabajadores se juntaron para ocupar el capitolio como medida de protesta ante las medidas propuestas.


Las protestas han ido creciendo, llegando el pasado sábado a reunir aproximadamente 100.000 personas exigiendo que no se lleve a cabo la reforma. En la protesta, se podían leer pancartas como "Walker, el Mubarak del Medio Oeste" en clara alusión a lo que sucedió en Egipto. 

Las quejas se han extendido a lugares como Ohio, donde el gobernador también quiere aplicar unas medidas similares ante el rechazo de la clase trabajadora, que por anticuado que suene y lo bonito que sea considerarse de 'clase media', la realidad social es la que es.


Y la pregunta es: ¿por qué no se le ha dado a la noticia la importancia que merece? La ocupación del capitolio, ha durado aproximadamente dos semanas, hasta que un juez determinó que los manifestantes debían abandonarlo. O sea... el capitolio de una ciudad norteamericana ha estado ocupado por manifestantes que luchaban contra el acoso de sus gobernadores (financiados por el famoso Tea-Party, por cierto, pero eso ya merece otro post...), un centenar de miles de trabajadores se manifiestan ante las medidas, las protestas se extienden a otras ciudades y... el eco mediático de la noticia ha sido prácticamente nulo. El País, por ejemplo,  publicó la noticia, aunque relegándola a los puestos menos importantes de las noticias internacionales, muy lejos de la portada, con varios días de retraso desde el alzamiento y sobre todo, sin apenas información.

No estoy menospreciando la importancia de las revueltas en Egipto o Túnez, ni mucho menos. Pero resulta llamativo que protestas de este calibre en el corazón del sistema económico mundial no tenga repercusión mediática. No ya sólo contar lo que pasa, sino busca motivos de la protesta, el origen del malestar, posiciones de los políticos... Como veis no estoy diciendo ninguna barbaridad, sino que es el trabajo típico de un periodista: cubrir las noticias, aportando el contexto de la situación para no manipular la opinión del lector.
Las protestas frente al capitolio se suceden

Está claro que ahora la intención es hacerse con el control de Libia, y toda las agencias de noticias inundan sus informes con novedades en el país norteafricano. Interesa más formar una opinión pública favorable a una intervención de la OTAN en Libia que decir al populacho que Estados Unidos sufre una ola de protestas proletarias. No vaya a ser que se ensucie la imagen de la perfecta democracia y que el resto de países 'aprendan' que realmente les están tomando el pelo. Y qué mejor que una superproducción hollywoodiense que permita arrebatar la soberanía nacional al pueblo libio, hacerse con sus tierras, destruir sus infraestructuras y plagar el país de McDonald's y empresas de reconstrucción. Americanas, por supuesto.

En fin, para estar informados de lo que pasa en Estados Unidos desde una perspectiva más democrática y alternativa, os recomiendo que sigáis la web de Democracy Now, donde suelen colaborar destacados miembros de la izquierda estadounidense como Noam Chomsky o Amy Goodman.

PD: Por cierto... ¿no os suenan todas estas medidas?

1 comentario:

  1. Mola....la verdad es que no he oído nada de lo que comentas en el post.

    Grande....muy grande.
    Menudo planeta de turba.

    ResponderEliminar